Tu prueba de VIH fue positiva, ¿y ahora qué?

Sheila
Sheila

Un diagnóstico de VIH es casi siempre una noticia impactante. Puede suceder que sientas que la situación te sobrepasa, pero no debes dejar que eso te paralice. Tomar las acciones adecuadas te permitirá cuidar de tu salud en esta nueva etapa.

Es probable que no sepas por dónde empezar, por lo que te presentamos algunos elementos clave que debes considerar para tomar en tus manos la responsabilidad de tu propio bienestar.

  1. Comienza tu tratamiento. Muchos estudios científicos han demostrado que este paso debes darlo cuanto antes. Si el VIH está en tu cuerpo, el tratamiento antirretroviral es la única manera de mantenerlo bajo control. Si empiezas a tomar los medicamentos y lo haces al pie de la letra, en unos pocos meses lograrás una carga viral indetectable, es decir, una cantidad de virus en tu sangre tan baja que no podrás transmitirlo a tu pareja o parejas sexuales, esto se conoce como indetectable=intransmisible. Iniciar el tratamiento implica también ingresar a una atención integral brindada por los servicios de VIH, donde evaluarán tu estado de salud general y controlarán otras afecciones para que no tengas complicaciones.
  2. Apégate al tratamiento. Esta es una de las acciones más importantes con la que deberías comprometerte. A diferencia de lo que sucedía hace años, hoy en día los tratamientos antirretrovirales son fáciles de tomar (una pastilla al día) y tienen muy pocos efectos secundarios, y los que se presentan son leves y desaparecen al cabo de unas semanas. Tomar tus medicamentos en tiempo y forma no sólo hace que el VIH baje a niveles indetectables, sino que también evita que el virus se vuelva resistente, pues interrumpir el tratamiento incluso por unos días le da tiempo al VIH para mutar y el tratamiento que tomas podría perder su efecto.
  3. Acude a tus revisiones regulares. La atención de las personas con VIH incluye muchos aspectos. Es importante vigilar no solamente la infección y las células del sistema inmunológico, sino algunos órganos que podrían verse afectados por el propio virus o por algunos de los medicamentos que se estén usando en tu tratamiento. Cuando empieces a recibir la atención médica por VIH te harán muchos exámenes de sangre para averiguar tu estado de salud, algunos de ellos se repetirán periódicamente y otros pueden hacerse con menos frecuencia. Entre las pruebas más importantes están: función de tu hígado y tus riñones (que podrían verse afectados por algunos de los medicamentos más antiguos), recuento de células CD4 (que indican la fortaleza de tu sistema inmunológico) y carga viral (la cantidad de VIH en la sangre, que debería llegar a ser indetectable).
  4. Infórmate sobre la infección (pero no te abrumes). Algo que ha caracterizado a las personas que viven con VIH desde el inicio de la pandemia es que han buscado activamente informarse sobre su infección, pues gran parte del personal médico tenía prejuicios e ideas erróneas sobre el virus. Actualmente, el Internet puede facilitarte el acceso a información, pero también saturarte de datos o perspectivas equivocadas. Procura buscar fuentes confiables de información, tales como: instituciones gubernamentales de salud, organizaciones civiles con experiencia en el tema y organismos educativos que brinden información sustentada científicamente. Todo el conocimiento que obtengas te dará la confianza para hacerle preguntas a tu equipo médico e involucrarte más en tu atención y tratamiento. 

No olvides que el camino que vas a recorrer ya ha sido conocido por muchas otras personas, que con frecuencia están dispuestas a darte su apoyo y respaldo. En AHF República Dominicana trabajamos día a día para brindar servicios de VIH de calidad y al alcance de quienes más lo necesitan. Acércate a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp y conócenos.