El virus de la inmunodeficiencia humana o VIH es un agente infeccioso que se transmite principalmente por la vía sexual. Esta infección puede tomar muchos años en avanzar, de forma más bien silenciosa, en el organismo, pero puede volverse tan grave que llegue a la etapa de sida.

El sida es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, y es causado por el VIH. Este síndrome incluye un conjunto de enfermedades que aprovechan la debilidad del sistema inmunológico para atacar al organismo, y que por lo general no se presentan en personas con un sistema de defensa sano.

Que una persona tenga VIH no significa que algún día desarrollará el sida. Actualmente, los tratamientos antirretrovirales son capaces de controlar al virus, de tal manera que éste afecte lo menos posible al cuerpo.

Sin embargo, si la persona no toma tratamiento (por ejemplo, porque no sabe que tiene el virus) o si el tratamiento que está tomando presenta una falla, la infección progresa hasta llegar a la etapa de sida. Esto por lo regular sucede entre 8 y 10 años después de haberse infectado con el VIH.

¿Cómo saber si tengo sida?

Ya que la infección por VIH ocasiona muy pocos síntomas y éstos (como la fiebre, la diarrea o la inflamación de algunos ganglios) pueden confundirse fácilmente con otras enfermedades, es bastante frecuente que las personas no se den cuenta de que están infectadas, a menos que se hagan una prueba de detección del VIH.

Quienes no saben que viven con VIH no pueden recibir el tratamiento adecuado, por lo que la infección continúa avanzando hasta llevarles a desarrollar el sida, un síndrome que sí tiene características bastante definidas.

Por otro lado, cuando una persona sí está bajo tratamiento antirretroviral, pero éste no es el más adecuado para ella o si los virus en su sangre se vuelven resistentes a los medicamentos (generalmente, por un mal apego al tratamiento), también puede llegar el sida.

De acuerdo con el portal médico WebMD.com, entre las principales condiciones y enfermedades que caracterizan a este síndrome están:

  • Un nivel de células CD4 (el tipo de células del sistema inmunológico que ataca el VIH) menor a 200 células/mm3 de sangre.
  • Infecciones oportunistas, llamadas así porque aprovechan la debilidad del sistema inmunológico. Entre ellas destacan:
  • Candidiasis
    • Infección por criptococo
  • Tuberculosis
  • Neumonía debida al hongo Pneumocystis jiroveci
  • Virus del herpes simple
  • Toxoplasmosis (infección causada por parásitos)
  • Algunos cánceres específicos también están asociados al sida:
  • Cáncer cervicouterino invasivo
  • Sarcoma de Kaposi (un tipo de cáncer de la piel)

¿Qué pasará si ya tengo el sida?

Cuando alguien tiene una o más de las enfermedades mencionadas, se considera que está en etapa de sida. Si bien esta es la etapa más grave de la infección por VIH, esto no quiere decir que todo esté perdido.

Los medicamentos antirretrovirales son capaces de controlar la infección en prácticamente todos los casos, aunque es cierto que si deben trabajar contra un entorno adverso como es la fase de sida, entonces tomarán más tiempo y les será más difícil hacer su trabajo.

Además, se vuelve necesario recibir tratamiento también contra las infecciones oportunistas u otras enfermedades consideradas dentro del cuadro de sida, por lo que las personas en esta situación deben someterse a varios tratamientos para recuperar su salud.

En cualquier caso, tomar el tratamiento antirretroviral adecuado para ti es el primer paso para frenar el daño que el VIH le hace a tu organismo. Sumado a esto, es muy probable que tu equipo médico te recomiende un cambio de hábitos para ayudar a que tu cuerpo se reponga, por ejemplo:

  • Mejorar tu alimentación. Comer bien le ayudará a tu cuerpo a absorber el tratamiento y es un apoyo para combatir las infecciones más comunes.
  • Dejar de fumar. Varios estudios han demostrado que el consumo de tabaco es más dañino para las personas que viven con VIH que para quienes no lo tienen.
  • Ejercitarte. El ejercicio físico ayuda a restablecer el sistema inmunológico, además de que contribuye a la salud mental.
  • Aléjate del alcohol y las drogas. Si actualmente consumes alguna de estas sustancias, busca ayuda para dejarlo, ya que algunos de los medicamentos contra el VIH pueden tener interacciones con las drogas o el alcohol.

Recuerda que es perfectamente posible evitar el sida si recibes la atención médica y el tratamiento adecuados. Si ya tienes un diagnóstico de VIH, apégate a tu tratamiento lo mejor que puedas. Y si no sabes si vives con el virus, en AHF República Dominicana hacemos pruebas de detección gratuitas. Acércate a alguno de nuestros centros de pruebas y conoce todos nuestros servicios.

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