A pesar de ser una función básica para sobrevivir, la alimentación no siempre recibe la atención que requiere. A veces se olvida que, sobre todo cuando se presentan problemas de salud, como el VIH, nutrirse lo mejor posible es uno de los pasos importantes para mejorar.
Para las personas que han sido diagnosticadas con el VIH, una alimentación balanceada es de gran ayuda, en especial cuando inicia el tratamiento antirretroviral. Sin embargo, la prisa de la vida diaria, los escasos recursos económicos o el propio impacto emocional del diagnóstico pueden ser obstáculos para llevar una dieta adecuada.
El papel de la nutrición si vives con VIH
La desnutrición es una amenaza para las personas con VIH desde las primeras etapas de la infección, cuando todavía no se presentan síntomas, y el riesgo de desnutrirse aumenta conforme avanza el virus, sostiene una investigación realizada en Cuba.
No tener una alimentación nutritiva puede aumentar la vulnerabilidad a la infección por el virus y a las infecciones oportunistas, por lo que juega un papel importante en la evolución y el pronóstico de la enfermedad.
No obstante, también es cierto que el propio tratamiento que frena al VIH puede provocar, al principio, síntomas gastrointestinales como diarrea, falta de apetito, náuseas o vómito. Sumado a esto es posible que la persona presente síndrome de desgaste, es decir, una pérdida involuntaria de al menos 10% del peso corporal, acompañado de fiebre, diarrea y debilidad crónica, durante un periodo mayor a 30 días y que no se explican por otros problemas de salud diferentes al VIH.
Todas estas circunstancias dificultan la alimentación correcta, lo cual disminuye la calidad de vida de las personas con VIH y las hace más propensas a enfermedades. De la misma forma, existe un riesgo de que suspendan el tratamiento antirretroviral a causa de las molestias gastrointestinales, lo cual las deja desprotegidas ante el avance del virus.
Busca los nutrientes que necesitas
De acuerdo con el estudio caribeño, dirigido por la doctora Elaine Samón Ruesga, las personas que viven con VIH suelen tener falta de micronutrientes como vitaminas y minerales. Éstos se obtienen en pequeñas cantidades en los alimentos, pero a veces se requiere complementar el consumo con ciertos alimentos fortificados o con complementos (como los llamados multivitamínicos).
Entre los principales micronutrientes que alguien con VIH requiere están:
- Vitamina A: Protege la superficie de los tejidos y la retina. Se obtiene de los lácteos, la carne (como el hígado), el huevo y algunos vegetales como espinacas, tomates y zanahoria, entre otros.
- Vitamina B1 (tiamina): Cumple una importante función al metabolizar los carbohidratos para convertirlos en energía. Se encuentra en cereales, semillas, hortalizas verdes, pescado, carne, frutas y leche.
- Vitamina B2 (riboflavina): Interviene en los procesos de oxidación de los tejidos. Se puede obtener de la leche, las hortalizas verdes, la carne (principalmente hígado), el pescado y el huevo.
- Vitamina B12 (cianocobalamina): Se requiere de este nutriente para la formación de células sanguíneas y del sistema nervioso. Únicamente se encuentra en alimentos de origen animal, como vísceras (hígado y riñones), huevo y pescado.
- Biotina: Interviene en el metabolismo de las grasas, proteínas y carbohidratos. Se obtiene de las vísceras, la soya, los hongos, el plátano y la espinaca, principalmente.
- Vitamina C: Participa en la formación y mantenimiento del material que une a las células, sobre todo el colágeno, además de que favorece el sistema inmunológico. Se encuentra en frutas cítricas, fresa, guayaba y mango, y en vegetales verdes como el brócoli.
- Vitamina K: Toma parte en el proceso de coagulación de la sangre y el metabolismo de los huesos. Se puede encontrar en vegetales verdes como espinacas, brócoli y lechuga, así como en la avena, el tomate, el espárrago y la mantequilla.
- Vitamina E: Reduce la acción dañina de los radicales libres, por su efecto antioxidante. Se encuentra en los aceites vegetales, las nueces y el maní.
- Hierro: Es una parte esencial de los glóbulos rojos de la sangre. Transporta el oxígeno a los diferentes órganos del cuerpo. Se consigue en la carne, el pescado, el huevo, las legumbres como frijoles y otras leguminosas, las hojas verdes y los cereales como el maíz, arroz y trigo.
- Calcio: Forma parte de los huesos y dientes, pero también cumple una función metabólica en los músculos, los impulsos nerviosos y el transporte de oxígeno dentro del organismo. Se obtiene de la leche y productos lácteos, de peces pequeños como sardinas y también ciertas legumbres.
No lo olvides: una nutrición adecuada le dará a tu cuerpo las herramientas que necesita para mantenerse fuerte frente al VIH. Si tú ya tienes un diagnóstico, pero no has iniciado tratamiento o atención médica, en AHF República Dominicana podemos orientarte. Solo acércate a nuestras oficinas y conoce todos nuestros servicios.
